Sinopsis
Descargar La Gallina Degollada de Horacio Quiroga Los cuatro hijos de Mazzini-Ferraz mentales contrato de matrimonio porque el retraso de la meningitis. Lo único que hacen es imitar razón los cables de la cabeza a sus padres. Un quinto intento de tener un hijo, que dijo que la niña crecerá seguramente. Los padres pierden interés en sus cuatro niños mayores, centró su atención en la pequeña criatura.
Los cuatro idiotas (como se menciona en el libro) apoyan la camarera que apenas moja. Estos por lo general sentada viendo en el banco de la puesta de sol mientras la saliva que gotea pantalones sucios.
Un día le pregunta Berta Ferraz para servir una cena matanzas de pollo a la camarera. Si lo hace, se siente el aliento de los cuatro idiota detrás de él, que no paraba de mirarla.
Algún tiempo después, los padres van a dar un paseo con su hija. En la parte posterior, mientras que Berta da la bienvenida a los vecinos, ella sale corriendo de la mano. cortes de vuelta a casa solo y con sus hermanos. Este extremo degollándola cuando la chica con el pollo.
prefacio
Durante todo el día sentado en un banco en el patio, se casaron con los cuatro hijos de idiotas Mazzini-Ferraz. Tenían su lengua en la boca, los ojos estúpidos y volvían la cabeza con su boca abierta. El patio estaba sucio, cerrada por una pared de ladrillo en Occidente. El banco fue paralela a él cinco metros y se quedó inmóvil, con los ojos fijos en las piedras. A medida que el sol detrás de la valla de ocultación el descenso fue del partido idiota.
La luz cegadora llama su atención al principio, alentado por los ojos pequeños; Ella se rió en voz alta al final, hinchado por la misma hilaridad ansiosa, mirando la alegría bestial sol, como si fuera la comida. Otras veces, alineados en el banco, tarareando durante horas, imitando el tranvía eléctrico. Stark también sacudió ruido de su inercia, y luego corrió a morderse la lengua y el mugido alrededor del patio. Pero estaban sentados todo el día casi siempre en un letargo sombrío de la idiotez, y pasaron en su banco, con colgantes y piernas todavía, remojar los pantalones de saliva glutinoso. El mayor tenía doce años y el menor de ocho. En toda su sucia y ver con impotencia la absoluta falta de atención materna un poco obvio.
Estos cuatro idiotas, pero fue un día la atracción de sus padres. Después de tres meses de casados, Mazzini y Berta se llevaron hombre estrecho y mujer, mujer y hombre, el amor hacia un futuro de vital importancia: un hijo: ¿Qué más felicidad para dos amantes que honraron la consagración de su afecto, me transportó a causa del egoísmo abominable amor recíproco, sin ninguna finalidad y, lo que es peor para el amor mismo, sin esperanza posible de la renovación? Se sintieron Mazzini y Berta, y cuando el hijo tenía catorce meses de matrimonio, cumplieron con su suerte. La criatura ha crecido hermosa y radiante hasta que fue de 18 meses. Pero en los veinte meses sacudiéronlo terribles convulsiones una noche ya la mañana siguiente, no sabía más que sus padres.
El médico lo examinó con el profesionalismo que es visible a las causas del mal trato de los padres enfermedades. Después de unos días paralizados extremidades recuperaron su movimiento; Pero la inteligencia, el alma, aun el instinto era alejarse de todo; Había sido profundamente estúpida, baboso, colgante, muerto para siempre en el regazo de su madre …
Leer el Primer Capítulo:
No satisfacían sus esperanzas. Y en ese
ardiente anhelo que se exasperaba, en razón de su infructuosidad, se
agriaron. Hasta ese momento cada cual había tomado sobre sí la parte que
le correspondía en la miseria de sus hijos; pero la desesperanza de
redención ante las cuatro bestias que habían nacido de ellos, echó afuera
esa imperiosa necesidad de culpar a los otros, que es patrimonio específico
de los corazones inferiores.
Iniciáronse con el cambio de pronombre: tus hijos. Y como a más del
insulto había la insidia, la atmósfera se cargaba.
—Me parece —díjole una noche Mazzini, que acababa de entrar y se
lavaba las manos—que podrías tener más limpios a los muchachos.
Berta continuó leyendo como si no hubiera oído.
—Es la primera vez —repuso al rato— que te veo inquietarte por el estado
de tus hijos.
Mazzini volvió un poco la cara a ella con una sonrisa forzada:
—De nuestros hijos, ¿me parece?
—Bueno; de nuestros hijos. ¿Te gusta así? —alzó ella los ojos.
Esta vez Mazzini se expresó claramente:
—¿Creo que no vas a decir que yo tenga la culpa, no?
—¡Ah, no! —se sonrió Berta, muy pálida— ¡pero yo tampoco, supongo!…
¡No faltaba más!… —murmuró.
—¿Qué, no faltaba más?
—¡Que si alguien tiene la culpa, no soy yo, entiéndelo bien! Eso es lo que
te quería decir.
Su marido la miró un momento, con brutal deseo de insultarla.
—¡Dejemos! —articuló, secándose por fin las manos.
—Como quieras; pero si quieres decir…
—¡Berta!
—¡Como quieras!
Este fue el primer choque y le sucedieron otros. Pero en las inevitables
reconciliaciones, sus almas se unían con doble arrebato y locura por otro
hijo. Nació así una niña. Vivieron dos años con la angustia a flor de alma,
esperando siempre otro desastre.
Nada acaeció, sin embargo, y los padres
pusieron en ella toda su complacencia, que la pequeña llevaba a los más
extremos límites del mimo y la mala crianza. Si aún en los últimos tiempos
Berta cuidaba siempre de sus hijos, al nacer Bertita olvidóse casi del todo
de los otros. Su solo recuerdo la horrorizaba, como algo atroz que la
hubieran obligado a cometer. A Mazzini, bien que en menor grado,
pasábale lo mismo.
Ficha Técnica
Título: La Gallina Degollada
Autores: Horacio Quiroga
Editorial: HarperCollins Ibérica
Fecha: 10 may 2020
Tamaño: 0.10MB
Literatura: Libros de Terror
Páginas: 487
Isbn: 965756754345
Formato: epub y pdf
Enlaces de Descarga:
https://www.filecad.com/eglW/La-Gallina-Degollada—Horacio-Quiroga.epub
https://www.filecad.com/eglX/La-Gallina-Degollada—Horacio-Quiroga.pdf