Pecar como Dios manda

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Ficha Técnica

Título: Pecar como Dios manda
Autores: Federico Andahazi
Serie: I de Historia sexual de los argentinos
Fecha: 29 oct 2020
Tamaño: 0.96MB
Idiomas: Español
Genero: Libros de amor

Resumen:

Escrito para exponer la verdad sobre nuestra sexualidad, «Pecar como Dios manda», la primera historia sexual de los argentinos, nos deleita con sus hallazgos y está destinado a ser una obra fundamental de consulta obligatoria. Federico Andahazi ordena que la historia de la sexualidad es la historia de la humanidad.

La etnia Rapanui celebró el desarrollo del planeta con sus bailes de encuentro romántico, y los Aymaras soñaron que una montaña cercana se emocionaba con un cerro vecino cuando perdía la nieve. Así que, antes de que el hombre que predicaba en Europa condenara a la margarita entre esta gente… Un examen superficial de sus personajes, vestidos con sus cascos y hábitos, sin embargo, muestra que son mucho más licenciosos de lo que la historia implica. El conquistador del territorio, el propio Pedro de Valdivia, que vino del Perú con la cautivadora Inés de Suárez, su amante disfrazado de sirvienta, se dirigió al Mapocho, dando lugar al jolgorio comunitario que habría sobrevivido en la Era Colonial, desencadenando los primeros toques de queda y soportando las denuncias desde la capital del Reino, casi siempre.

Impulsado por esa sospechosa e increíble carencia, el psicoanalista y autor de novelas populares Federico Andahazi ha lanzado una detallada investigación que va desde las ciudades precolombinas hasta nuestros días. El pecado como ordenado por Dios arroja luz sobre la rica y descuidada sexualidad de los pueblos americanos originales, los violentos cambios que la conquista obligó, la hipocresía del control virreinal de las colonias y los nuevos cánones morales que surgieron de la Revolución de Mayo. La naturaleza de un pueblo no puede ser entendida si se pasa por alto la historia de su sexualidad. En los primeros tiempos de Chile, varios pueblos indígenas tenían sexo a su manera, sin mucho apego a los ideales inmorales que más tarde los europeos llevaron a cabo.

Inicialmente polígamos, los mapuches no entendieron mucho sobre la fascinación hispana por la monogamia. Por ejemplo, las crónicas de guerra en Arauco se refieren al caso de un indio que muere de risa, sabiendo en un improvisado diálogo con un soldado cristiano que el Rey de España sólo tiene una esposa.

Los protagonistas del nacimiento, la gloria, la decadencia y el declive de las grandes civilizaciones fueron el sexo. Por esta sospechosa e inconcebible carencia, Federico Andahazi, psicoanalista y autor de noticias eficaces, ha iniciado una exhaustiva investigación que va desde los pueblos precolombinos hasta nuestros días, como «El Anatomista», que ha sido mojado en la historia e investigado en la sexualidad. Este libro, el primero de tres, ilumina la rica y desconocida sexualidad de los pueblos americanos originales, los violentos cambios de conquista, la hipocresía del control virreinal en las colonias, los nuevos cánones morales de la Revolución de Mayo.

Pecar como Dios manda muestra facetas desconocidas hasta hoy, algunas veladas con examen, hechos y carácter simple, pro-humanos y pro-humanos, cuya forma de ejercer el control sólo se aclara con su comportamiento sexual. Pecar como dios manda, escrito para exponer la verdad sobre nuestra sexualidad, el primer pasado sexual argentino, nos deleita con sus hallazgos y está destinado a convertirse en una actividad fundamental de consulta obligatoria. El pasado sexual es el pasado de la humanidad, y es difícil comprender la naturaleza de un país si no se comprende la red de relaciones sexuales que lo originó.

Sin embargo, hasta ahora no existe una historia sexual argentina. Federico Andahazi, psicólogo y autor de novelas populares que, como El anatomista, ha diluido la historia y discutido sobre la sexualidad, está motivado por esta sospechosa e inconcebible carencia y ha iniciado una profunda investigación que se remonta a nuestros días, desde las ciudades precolombinas. El primer volumen ilustra la sexualidad de los americanos originales ricos e ignorados, las brutales transformaciones forzadas durante la invasión, la hipocresía del control del virreinato durante la colonia y el advenimiento de los modernos cánones morales de la Revolución de Mayo.

Prácticas que mezclan la alegría y la vergüenza, el juego y el miedo a partes iguales. Con un doble y paradójico debate digno de exploración, una imagen reveladora y más precisa de la sexualidad chilena, sus razones más profundas y la desvergüenza que aprecian sus practicantes. Tras una exhaustiva investigación, acompañada de un significativo documental, Jaime Collyer inicia con el primer libro una crónica inacabada, emocionante y lúcida de la sexualidad chilena desde sus raíces hasta los albores de la independencia. En su básica literalidad o en su elemental carácter metafórico, no hay una expresión verdadera. Desde el libro del Génesis hasta el libro del Apocalipsis, desde el primero de los mitos que surgieron en las grandes civilizaciones hasta las causas que llevaron a su caída, la sexualidad fue la semilla de la vida y la justificación ejemplar de las razones de la decadencia y la destrucción.

El pasado de un país sólo puede entenderse si se conoce la red de relaciones sexuales que lo originó. Así como los antiguos dioses mezclaron sus cuerpos y dieron a luz a los niños que crearon las naciones, sus descendientes terrenales formaron alianzas sexuales para unirse a los reinos, para aumentar sus riquezas y para expandir sus territorios. Federico Andahazi, psicoanalista y autor de novelas populares, fue motivado por esta suspicaz e inconcebible falta y, como El anatomista, diluyó el trasfondo y exploró la sexualidad.

El significado de una nación no puede ser entendido si no se conoce la red sexual que la dio a luz. El sexo fue el protagonista del nacimiento, la gloria y la decadencia de las grandes civilizaciones. Por otro lado, nadie puede ignorar su efecto en los individuos, representaciones e historias después de Freud.

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